Los incendios en el hogar son el máximo exponente de un accidente de hogar, cuando una persona compra una casa siempre tenemos la imagen de que algo puede ir mal y que nuestra casa se puede quemar y podemos perder nuestros objetos personales.
Desde Seguros Atocha creemos que aportar conocimiento sobre cómo prevenir un incendio en el hogar es una de las mejores medidas para la protección de nuestro hogar, nuestros objetos personales y a nuestros familiares. La prevención de incendios tiene muchas medidas posibles, te las explicamos todas.
¿QUÉ HAY QUE HACER PARA PREVENIR UN INCENDIO EN NUESTRA CASA?
Según UNESPA (Unión de Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras), los bomberos apagan un incendio doméstico cada tres minutos y medio, eso equivale a más de ciento cincuenta mil de incendios, el 70% de estos incendios son domésticos.
Podemos pensar que la cocina es el lugar de la casa con más riesgo de incendio, pero no es así. Paradójicamente, el 40 % de los incendios domésticos se originan en el salón y el 30 % en los cuartos o habitaciones. Solo el 20 % de los incendios domésticos corresponde a las cocinas.
Ahí podemos ver el primer paso de la prevención de incendios, ¿por qué se dan tantos incendios en el salón y los dormitorios? En los dormitorios no debería haber posibilidades de que nada ardiera, nadie cocina en su dormitorio ni en su salón, lo que haría lógico que hubiera tantos incendios. Hay varias causas de que se produzcan tantos incendios en el salón.
Una de las principales causas es el uso de chimeneas y estufas, estos sistemas son fuentes de calor, muy útiles para pasar el invierno, pero en muchos casos no se toman las precauciones necesarias. La gente deja estos instrumentos encendidos, adquieren un calor extremo y se dejan cerca de cortinas o mantas provocando así un incendio. Incluso una vela demasiado cerca del sofá puede provocar un incendio si no se tiene cierta precaución..
Las chimeneas se suelen dejar encendidas y abiertas en caso de tener puerta, puede saltar una chispa, caer en una alfombra o en el suelo de madera y causar un pequeño incendio. En los dormitorios encontramos casos más específicos, una de las principales causas de incendios es el tabaco.
Mucha gente se queda dormida mientras fuma en la cama y el cigarro cae en las sábanas o en el colchón causando uno de los incendios más peligrosos. En estos incendios la víctima está justo en el foco del incendio y se encuentra en un estado aletargado que le impide actuar con rapidez, mucha gente cuando se da cuenta ya es demasiado tarde.
Otra de las principales causas de incendio es un sistema eléctrico defectuoso. Como se puede ver en nuestro artículo sobre la prevención de daños por tormentas eléctricas, una instalación eléctrica defectuosa puede ocasionar un incendio eléctrico. Para prevenir cualquier incendio es necesario seguir unas líneas generales:
- Instala detectores de humo y monóxido de carbono: los detectores de humo son uno de los aparatos más recomendables para prevenir los incendios. De hecho, se estima que cada detector de humo protege una superficie de 80 metros cuadrados. Los detectores necesitan una limpieza periódica para quitar el polvo y suciedad acumulada. La frecuencia de esta operación dependerá del tipo de detector que tengamos y de las condiciones ambientales del inmueble. Además, nuestros seguros de hogar, como Hogar Plus, tienen en cuenta las medidas de protección o prevención que hay instaladas en tu hogar a la hora de establecer una cuota, unas pequeñas medidas de protección como alarmas o detectores de euros pueden marcar una gran diferencia en tu cuota mensual.
- Revisa adecuadamente la instalación eléctrica: las instalaciones eléctricas tienen que cumplir la normativa vigente y tiene todas las medidas de seguridad necesarias para garantizar un correcto funcionamiento, de no hacerlo, no pueden ser aseguradas. Asegúrate de que todos los aparatos eléctricos y conexiones eléctricas estén en buenas condiciones. También se puede contratar a un electricista para realizar modificaciones en los circuitos eléctricos.
- Revisa adecuadamente la instalación del gas: hay que verificar de forma periódica que no existan acoplamientos sueltos, válvulas con fugas, pilotos que no funcionan en la instalación del gas. Además, hay que evitar colocar objetos inflamables cerca de estas instalaciones. Si notas olor a gas o compruebas que existe una fuga, cierra inmediatamente la llave del gas, no enciendas ningún aparato eléctrico, evita hacer llamadas, abre las ventanas para ventilar la habitación, sal de casa y llama al 112.
- Comprueba el estado de tus electrodomésticos y realiza el mantenimiento adecuadamente: los electrodomésticos que usamos a diario son de los principales objetos más propensos a causar un incendio. Hay que mantener la cocina y el horno limpios y no dejar que se acumule la grasa, ya que esta puede provocar un incendio. Las pelusas que se acumulan cerca del calentador de la secadora de ropa o de cualquier salida de aire de un electrodoméstico puede ser el combustible perfecto para un incendio y un cable dañado puede convertirse en la chispa.
- Vigila las estufas y calefactores portátiles: mantén la fuente de calor a más de un metro de cualquier objeto que pueda salir ardiendo, como cojines, sábanas o mantas. Evita conectar los calefactores portátiles en alargadores eléctricos. Tampoco se pueden poner en mesas, sillas y otros objetos donde podrían volcarse.
- Nunca conectes aparatos de gran consumo a un alargador eléctrico: si un alargador se calienta demasiado, puede producir un incendio. Es recomendable evitar conectar a un alargador los aparatos que consuman mucha energía para evitar sobrecalentamientos.
- No almacene compuestos inflamables cerca de dispositivos eléctricos: coloca los combustibles, disolventes de pinturas y otros productos inflamables a una distancia prudencial de sitios donde se pueda alcanzar un calor extremo.
- Revisa los alargadores y tomas de enchufes múltiples: todos los elementos eléctricos y sus conexiones se deterioran con el paso del tiempo. Hay que revisar y sustituir estos cables eléctricos para evitar que representen un riesgo de incendio.
- Supervisa los fuegos cuando cocines: no descuides los fogones de la cocina, si vas a ausentarte de la cocina apaga todos los fuegos que tengas encendidos. Dejar los fogones encendidos es una de las causas más frecuentes de incendios en casa. El agua y el aceite son dos compuestos que nos pueden ocasionar graves daños. El agua se puede evaporar y, al salpicar, ocasionar quemaduras. Por otra parte, el aceite puede causar quemaduras y propagar el fuego.
- Toma precauciones con cachorros y nuevas mascotas: los animales pueden ser los causantes de incendios o las principales víctimas. Cuando traiga un cachorro o una nueva mascota a casa, debes tomar unas medidas de seguridad con ellos hasta que se habitúan a estar en casa para evitar que se puedan producir incendios. Evita dejar al animal cerca de enchufes, pueden orinarse sobre estos y causar un incendio.
También hay que tener en cuenta que nuestra casa no es la única que se ve afectada por un incendio, si vives en un piso o tu casa linda con otra vivienda, es muy probable que el incendio pase de una casa a otra, y todos los daños que sufra esa vivienda, serán responsabilidad del dueño de la casa donde se originó el fuego.
Por eso es imprescindible tener en cuenta el alcance de la responsabilidad civil a la hora de contratar un seguro. Si quieres saber más sobre la responsabilidad civil, puedes consultar nuestro artículo sobre la responsabilidad civil en el seguro de hogar.
¿CÓMO DEBEMOS ACTUAR EN CASO DE INCENDIO EN NUESTRO HOGAR?
Actuar con rapidez y de manera efectiva en caso de un incendio en el hogar es crucial para garantizar la seguridad. A continuación te ofrecemos consejos prácticos para afrontar distintas situaciones:
Cuando se detecta un pequeño foco de incendio, es esencial conocer cómo actuar para evitar su propagación. Anticiparse a estas situaciones implica tener ciertas previsiones, como la ubicación de un extintor, el conocimiento de la corriente eléctrica y la entrada de gas en el hogar.
Si te encuentras frente a un fuego de menor magnitud, corte la corriente eléctrica y el gas si es posible. Retira productos inflamables cercanos, en caso de contar con un extintor de incendios, úsalo sólo si el fuego es manejable. Siempre hay que situarse entre el fuego y una vía de escape por precaución.
Evita el uso de agua en situaciones específicas, como cuando hay instalaciones eléctricas cercanas o líquidos inflamables implicados, como aceite o gasolina. Opta por paños o mantas humedecidas para sofocar el fuego.
En situaciones comunes, como cuando una sartén con aceite se incendia en la cocina, mantener la calma es fundamental. Utiliza un paño de cocina humedecido y escurrido para tapar la sartén, evitando así que las llamas se propaguen.
Si el fuego se extiende, alcanza una magnitud peligrosa o se siente un calor mortal, la prioridad es abandonar el lugar sin correr riesgos innecesarios. Llama al 112 y cierre las puertas al salir para frenar la propagación del fuego. Evita el uso de ascensores y, en presencia de humo, desplázate gateando para evitar la intoxicación.
En casos extremos, como quedar atrapado, quédese en una habitación con ventanas. Tapa las ranuras de las puertas con trapos mojados, si es posible, para evitar el ingreso de humo negro. Si la ropa se incendia, rueda en el suelo para apagar las llamas. Si presencias a alguien con fuego en la ropa, cúbrelo con una manta y apriete para extinguir las llamas.
Además, es fundamental que todos, tanto niños como adultos, estén familiarizados con estas pautas de seguridad en caso de incendio. No esperes al último momento para dar instrucciones, ya que la preparación facilita la evacuación y la toma de medidas adecuadas.
En Seguros Atocha nos preocupamos tanto de cuidar a la persona, como de cuidar las posesiones personales. Creemos en proporcionar toda la información posible sobre prevención para mantener a la gente protegida. Sin embargo, en caso de que ocurra algo, nuestros clientes pueden contar con nosotros.
