Cómo mejorar la eficiencia energética de tu casa

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La eficiencia energética en el hogar se ha convertido en un reto tanto para las personas de a pie como para los gobiernos. Esto se debe a la crisis energética en la que nos encontramos inmersos en la actualidad a nivel mundial, y al aumento de los costes de producción de la propia energía.

Nuestras casas son uno de los mayores consumidores de energía, de hecho, si sumamos la energía que utilizamos con suministros como la electricidad o el agua caliente, la cifra puede alcanzar el 80% de consumo.

Por esto, muchas personas se preguntan qué pueden hacer para reducir este porcentaje. En este artículo de Seguros Atocha queremos darte algunos consejos para que lo puedas hacer y así aproveches todas las ventajas que tiene conseguir una buena eficiencia energética en tu vivienda.

QUÉ ES LA EFICIENCIA ENERGÉTICA

En pocas palabras, la eficiencia energética es la optimización del uso de la energía para obtener un mayor rendimiento con el menor consumo posible. O sea, usar menos energía para hacer la misma tarea.

Cuando hablamos de eficiencia energética en el hogar nos referimos más concretamente a las mejoras en la tecnología y el diseño de los productos (instalaciones, aparatos,…) así como de la propia vivienda, con el objetivo de reducir la energía que utilizan.

VENTAJAS DE UNA VIVIENDA EFICIENTE ENERGÉTICAMENTE

A continuación te contamos cuáles son los principales beneficios de tener un hogar eficiente energéticamente.

  1. Ahorro económico. Apostar por aparatos y electrodomésticos más eficientes puede suponer un mayor desembolso, ya que suelen ser más caros, pero a largo plazo compensará porque los gastos del hogar como la luz disminuirán.
  2. Mayor confort. Las viviendas eficientes ofrecen una mayor sensación de comodidad y mejoran de manera notable los niveles de confort respecto a las viviendas que no lo son. 
  3. Evita problemas de salud. Cuando una vivienda es eficiente significa que, por ejemplo, los niveles de humedad están controlados, por lo que no tendrás que preocuparte de las afecciones de salud que pueden producirte este tipo de problemas en el hogar.
  4. Revalorización de tu vivienda. En caso de querer vender o alquilar tu casa, tener una buena calificación en cuanto a eficiencia energética puede hacer que tu inmueble sea más atractivo y, por tanto, que aumente su valor.  
  5. Reduce tu huella de carbono. Tener una vivienda eficiente significa que hace un uso más responsable de los recursos disponibles, por lo que protege y cuida el medio ambiente.

EL CERTIFICADO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA

El certificado de eficiencia energética es un documento en el que aparece, entre otras cosas, la información referente al consumo energético de una vivienda así como de sus emisiones de CO2. Es decir, acredita la eficiencia energética de la vivienda en cuestión.

Este certificado clasifica los hogares según 7 niveles, que van de la letra A (vivienda muy eficiente) a la letra G (muy ineficiente).

Además de incluir información relativa a la vivienda, también ofrece una serie de recomendaciones para el propietario. Estas recomendaciones están enfocadas a que la clasificación designada suba de nivel gracias a la implementación de ciertas medidas.

¿Es obligatorio contar con el certificado de eficiencia energética?

Este certificado es obligatorio para todo aquel propietario de una vivienda que quiera alquilarla o ponerla en venta, independientemente del tipo que sea (piso, apartamento, local,…).

Antes de efectuar la firma del contrato de alquiler o compraventa, el propietario debe proporcionar este documento al posible comprador o inquilino. En caso de no hacerlo, y ya que es obligatorio desde 2013, el propietario puede someterse a una sanción económica de hasta 6.000€.

CÓMO SE CALCULA LA EFICIENCIA ENERGÉTICA DE UNA VIVIENDA

Para poder elaborar el certificado de eficiencia energética, antes se debe calcular bien esta. Para ello, se debe medir el consumo energético normal, es decir el consumo que se lleva a cabo en unas condiciones de uso normales, en iluminación, calefacción, agua caliente y/o ventilación. 

El resultado de este cálculo se expresa tanto en kWh/m2., es decir, en kilovatios por hora y por metro cuadrado, como en kg CO2/m2, o sea, en kilogramos de CO2 por metro cuadrado.

Una vez calculada la eficiencia, se procede a clasificar la vivienda en uno de los siete niveles que antes se han mencionado. Cuando el consumo puede llegar a ser hasta un 90% menor al normal, la vivienda se clasificará como Tipo A. Si el porcentaje es un 70% inferior a lo estimado es de Tipo B. Y, si es del 35%, es de Tipo C. 

Como se ha comentado, esta clasificación llega hasta la letra G, por lo que viendo estos porcentajes nos podemos imaginar que las letras F y G hacen referencia a viviendas totalmente ineficientes energéticamente hablando.

Es decir, lo ideal es que nuestro hogar esté clasificado como uno de los tres primeros tipos, pues esto supone que tendremos un mayor ahorro energético

¿Qué ocurre si obtengo un certificado energético F o G?

Aunque esto no suponga la obligatoriedad de hacer cambios en tu vivienda, porque lo único que es obligatorio es contar con el certificado independientemente de su resultado, lo cierto es que obtener una clasificación tan baja tiene algunas consecuencias.

Obtener esta clasificación significa que el consumo energético de nuestra casa es muy elevado, por lo que los gastos serán mayores y, por consiguiente, nuestra factura de la luz, el agua o el gas también.

Otros problemas que pueden surgir son la reducción de confort debido a la climatización del hogar, ya que si hay un mal aislamiento térmico los inviernos serán más fríos y los veranos más calurosos. O, por ejemplo, si hay una mala ventilación, es más probable que surjan humedades o problemas de filtraciones.

RECOMENDACIONES PARA MEJORAR LA EFICIENCIA ENERGÉTICA DE TU HOGAR

Aunque existen medidas como la instalación de paneles solares y el aislamiento térmico de tu vivienda para ahorrar energía y, por tanto, mejorar la clasificación energética, también existen acciones más pequeñas y económicas que puedes implementar en tu día a día para mejorar esta clasificación.

  1. Utiliza colores claros para pintar las paredes y techos, de esta forma aprovecharás mejor la luz natural que entra por las ventanas.
  2. Coloca reguladores de intensidad luminosa para ajustar el nivel de iluminación a las necesidades del momento.
  3. Asegúrate de que tu frigorífico está bien colocado, es decir, que permite el flujo de aire correcto.
  4. Aprovecha el calor residual cuando cocines. Si utilizas el horno para un cocinado largo, apágalo cuando le queden pocos minutos. 
  5. Evita precalentar el horno antes de cocinar, así como abrir la puerta mientras está horneando.
  6. Si aún queda alguna bombilla incandescente o halógena en tu hogar, cambiala por una LED. 
  7. Mantén siempre una temperatura confortable en tu casa con la ayuda de la luz solar y la ventilación, reduciendo la necesidad de aparatos de calefacción y refrigeración.
  8. Evita el consumo fantasma de tus aparatos electrónicos. Intenta utilizar regletas con interruptor. 

Sin duda, queda claro que conseguir que nuestra casa sea lo más eficiente energéticamente posible solo trae ventajas, tanto a nuestro bolsillo como a nuestra calidad de vida

Cuidar de nuestra casa para cuidar de nosotros y de nuestras familias es importante, y por eso protegerla con un seguro de hogar es lo más recomendable. Además, en caso de que surjan problemas derivados de una mala eficiencia como pueden ser las humedades, su solución será rápida. ¡Solo tendrás que hacer una llamada!

Si todavía no conoces nuestras pólizas te invitamos a que visites nuestra web y conozcas las ventajas que te ofrece cada una. Aunque si tienes claro que quieres el seguro más completo, te recomendamos Hogar Plus.

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