La elección personal entre entierro o incineración es algo que casi todos hemos escuchado desde pequeños, aunque en aquel momento no le diéramos demasiada importancia. Son conceptos que aparecen en conversaciones familiares y que forman parte de nuestra cultura mucho antes de que llegue el momento de afrontarlos de verdad.
Con los años, esta elección se vuelve más consciente, respondiendo a motivos personales, creencias, tradición familiar o, simplemente, a lo que resulta más práctico para los seres queridos.
En este artículo de Seguros Atocha explicamos de forma sencilla qué diferencia a un funeral con entierro de uno con cremación, qué elementos intervienen en cada caso, como el tanatorio o el destino de las cenizas, y cuáles son los factores que más influyen en el coste final.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN UN ENTIERRO Y UNA INCINERACIÓN?
La principal diferencia entre un entierro y una incineración está en el destino final del cuerpo y en el tipo de rito que se realiza. La inhumación implica el enterramiento en un cementerio, ya sea en una tumba, un nicho o un panteón, mientras que la cremación reduce el cuerpo a cenizas, que suelen depositarse en una urna o trasladarse a otro lugar autorizado.
En ambos casos, lo habitual es que el proceso comience en el tanatorio, donde se realiza el velatorio y se organiza el funeral. En el entierro, el féretro o ataúd se traslada al cementerio para su inhumación. En la incineración, el cuerpo se introduce en un horno crematorio y, tras la cremación, las cenizas se entregan en una urna a la familia.
El féretro también marca una diferencia. En un entierro, el ataúd es un elemento permanente que forma parte del conjunto funerario. En una incineración, el féretro puede ser más sencillo, ya que su función principal es permitir la cremación en condiciones adecuadas.
Por último, el lugar de referencia para la familia también varía. Quienes optan por el entierro suelen visitar la lápida o el espacio funerario dentro del cementerio, mientras que quienes eligen la cremación pueden conservar la urna, trasladarla, llevarla a un columbario o elegir un espacio autorizado para esparcir las cenizas del difunto.
COMPARATIVA DE COSTES ENTRE ENTIERRO E INCINERACIÓN
La diferencia de coste entre un entierro y una incineración depende en gran parte de los elementos que intervienen en cada proceso. Aunque los precios pueden variar según la ciudad, la funeraria o los servicios funerarios incluidos, existen factores comunes que ayudan a entender por qué una opción es más económica que otra.
En el caso del entierro, el precio suele ser más elevado porque incluye elementos como el féretro, la lápida o las tasas del cementerio, A esto se suma el mantenimiento del lugar de inhumación, que puede generar costes adicionales, así como la gestión del espacio funerario.
La incineración, por su parte, suele tener un coste inicial más económico. El proceso de cremación requiere un ataúd apropiado para el horno crematorio, pero no implica gastos posteriores de mantenimiento. Respecto a las cenizas, el precio de la urna puede variar notablemente según el diseño y los materiales y, en caso de depositarlas en un columbario, esto también puede tener un coste.
Otro aspecto que también influye en el precio final son los desplazamientos. En situaciones donde se requiere traslado, tanto del cuerpo como de la urna, los costes pueden incrementarse. Este traslado a veces está contemplado en la póliza de decesos, especialmente en modalidades más completas.
Además, el precio total también puede variar según las opciones adicionales que se elijan dentro del servicio funerario, como el acompañamiento musical, el acondicionamiento estético o el tipo de sala de velación.
Y es precisamente por este punto por el que muchas familias recurren a un seguro de decesos completo. Al contar con una póliza de este tipo, la mayor parte de los costes quedan cubiertos dentro del servicio contratado, lo que evita desembolsos inesperados en un momento sensible.
Nuestra Prima Bienestar, por ejemplo, incluye la organización completa del servicio funerario, el traslado nacional o internacional, la gestión de los trámites y el uso del tanatorio, lo que facilita mucho la planificación económica y emocional.
CARACTERÍSTICAS DE CADA OPCIÓN
Elegir entre una opción y otra implica valorar aspectos económicos pero también aspectos prácticos y personales. Aunque ambas opciones son habituales en España, cada una ofrece beneficios y limitaciones que conviene conocer antes de tomar una decisión.
Ventajas y desventajas del entierro
- Obliga a tener un lugar físico en el que la familia pueda hacer visitas y rituales.
- Es una opción arraigada en la tradición y en creencias culturales y religiosas.
- Facilita futuras gestiones como la exhumación, cuando sea necesaria.
- Supone un coste mayor debido al féretro, las tasas del cementerio y otras cuestiones.
- Requiere más trámites relacionados con el lugar de inhumación.
Ventajas y desventajas de la incineración
- Suele tener un precio inicial más económico.
- No necesita mantenimiento posterior y evita gastos asociados al cementerio.
- Mayor flexibilidad respecto al destino de las cenizas.
- Simplifica el proceso para familias que prefieren la opción más práctica.
- No ofrece un lugar físico permanente de referencia, a menos que la urna se deposite en un columbario.
- En algunas familias pueden surgir dudas y desencuentros sobre el destino final de las cenizas.
¿CÓMO PUEDE AYUDAR UN SEGURO DE DECESOS EN ESTA DECISIÓN?
Cuando llega el momento de decidir entre un entierro y una cremación, contar con un seguro de decesos puede aportar tranquilidad tanto económica como organizativa. Este tipo de póliza se encarga de coordinar todos los servicios funerarios, gestionar trámites tras el fallecimiento y cubrir los elementos principales del servicio.
Al contratar una póliza de protección familiar, el asegurado elige qué tipo de servicio funerario desea, dejando esta decisión tomada para que la familia no tenga que decidir en un momento tan delicado.












