Cómo afectan las reformas al seguro de hogar

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Hacer reformas en el hogar es una de las decisiones más habituales cuando se busca mejorar la comodidad, modernizar la vivienda o aumentar su valor. Reforzar la estructura o darle un nuevo aspecto a la cocina no solo transforma los espacios, sino que también puede tener un impacto directo en el seguro de hogar.

Por eso surge una pregunta clave antes de ponerse manos a la obra: ¿cómo afectan las reformas en el seguro de hogar? La respuesta es sencilla, cualquier obra puede modificar la póliza, la cobertura contratada e incluso la prima anual.

Si no se revisan estos aspectos, algunos riesgos derivados de la obra podrían no estar bien contemplados en la póliza de seguro, lo que dificultaría posibles reclamaciones a la compañía aseguradora.

En este artículo veremos, con ejemplos cotidianos y prácticos, qué pasos conviene seguir, cómo ajustar el valor de la vivienda tras una reforma y por qué es esencial mantener la póliza al día para que las mejoras estén siempre protegidas.

DIFERENCIAS ENTRE CONTINENTE Y CONTENIDO

Antes de hablar de cómo influyen las reformas en el seguro de hogar, es fundamental conocer la diferencia entre continente y contenido, ya que son dos conceptos clave en cualquier póliza.

El continente hace referencia a la propia vivienda: paredes, techos, suelos, instalaciones (agua, luz, gas) y, en general, todos aquellos materiales que forman parte de la estructura del inmueble. Si realizas una obra menor como cambiar el suelo, o una reforma integral que incluya tabiques, instalaciones eléctricas o fontanería, estarías actuando directamente sobre el continente.

El contenido, en cambio, engloba los bienes personales: muebles, electrodomésticos, objetos de decoración y todo aquello que no forma parte fija de la casa. Reformar la cocina e instalar nuevos electrodomésticos de alta gama, por ejemplo, incrementa el valor del contenido asegurado. 

Esto es importante porque cada modificación, ya sea en uno o en otro, puede requerir un ajuste en la póliza para que el capital asegurado refleje el valor real de la vivienda tras las reformas. Si no se actualiza, en caso de siniestro podrían  aparecer problemas con las reclamaciones y no recibir la indemnización adecuada.

TIPOS DE REFORMAS Y SU IMPACTO EN EL SEGURO

No todas las reformas afectan del mismo modo a la póliza. La magnitud de la obra, los materiales utilizados y los cambios en la distribución influyen directamente en la cobertura y en el cálculo de la prima del seguro de hogar.

Las intervenciones más habituales suelen darse en la cocina y el baño, ya que son los espacios que más rápido quedan desactualizados y donde más se concentran las instalaciones de agua y electricidad. Cambiar los azulejos o instalar nuevos sanitarios puede parecer sencillo, pero incrementa el valor de la propiedad y conviene que quede reflejado en la póliza de seguro.

También hay que diferenciar entre los tipos de reforma que existen. No es lo mismo una obra menor como pintar, sustituir suelos o mejorar los acabados interiores, que una reforma integral que implique derribar tabiques, renovar la instalación eléctrica o redistribuir espacios. Las primeras pueden suponer cambios puntuales en el capital asegurado, mientras que las segundas afectan de lleno al continente y requieren revisar la póliza en detalle.

Otro aspecto clave es la calidad de los materiales empleados. Si se sustituyen carpinterías básicas por ventanas de alta eficiencia o se instala un suelo de mayor valor aumenta el valor de la propiedad. Y, con él, la necesidad de ajustar la póliza para evitar las consecuencias del infraseguro.

RIESGOS Y COBERTURAS DE LAS REFORMAS

Al hacer obras en casa no solo se cambia su estética o su funcionalidad, también aumentan los riesgos asociados a la propia obra. Algunos de los incidentes más habituales durante los trabajos son las filtraciones de agua, los daños a instalaciones eléctricas o los desperfectos a terceros.

Por eso es importante revisar la cobertura del seguro de hogar antes de empezar. En la mayoría de casos, la póliza cubre ciertos imprevistos siempre que se trate de reparaciones derivadas de un accidente, pero no contempla los daños causados durante una reforma planificada. 

Un ejemplo habitual son los daños estéticos. Si una filtración afecta a los acabados de la vivienda, el seguro puede cubrir la restauración para que todo vuelva a tener la misma apariencia que antes de la incidencia. Sin embargo, si los daños se producen en medio de la obra y no estaban contemplados en la póliza, es posible que no entren en la indemnización. 

Por eso, consultar con la compañía aseguradora antes de empezar las obras es tan recomendable como revisar la póliza. Porque no todos los seguros ofrecen el mismo nivel de protección.

CONSEJOS PRÁCTICOS ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE LAS REFORMAS EN VIVIENDAS

Para que una reforma no se convierta en un problema con el seguro, conviene seguir una serie de pasos en cada fase del proyecto.

Antes de empezar

Lo primero es solicitar un presupuesto de la obra detallado. Este documento no solo ayuda a controlar gastos, también sirve de referencia para informar a la compañía aseguradora sobre los cambios que se van a realizar. De esta forma, la aseguradora puede indicar si es necesario modificar la póliza o si habrá ajustes en la prima.

Durante el proceso

Es fundamental comprobar que la empresa de reformas contratada dispone de su propio seguro de responsabilidad civil, ya que esto protege frente a daños a terceros o accidentes que pueden producirse en el transcurso de la obra.

Después de la reforma

Una vez finalizados los trabajos, llega el momento de actualizar la póliza para que no haya un desfase entre el capital asegurado y el real. Seguir estos pasos sencillos garantiza que la inversión en las obras queda protegida y que los nuevos interiores de la vivienda cuentan con la cobertura adecuada desde el primer día.

SIEMPRE CON EL RESPALDO DEL SEGURO

En definitiva, cualquier modificación en la vivienda puede influir en el seguro de hogar, por lo que resulta recomendable comunicar las reformas a la aseguradora y realizar los ajustes necesarios en la póliza. De este modo se evitan problemas en futuras reclamaciones y se asegura que la vivienda esté correctamente protegida.

Además, las reformas suponen una inversión importante por lo que conviene tener una póliza completa como el Seguro de Hogar Plus. Este seguro aporta tranquilidad, ofrece una amplia cobertura frente a imprevistos y garantiza que el esfuerzo invertido en mejorar la vivienda se conserve intacto y protegido.

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