Un seguro del hogar es la mejor forma de ahorrar frente a posibles situaciones cotidianas.
En el día a día nos encontramos con muchos contratiempos: se producen accidentes, averías, fallos de mantenimiento… que solo pueden ser solventados por profesionales especializados como electricistas o fontaneros. Si no tienes contratado un seguro del hogar, tendrás que pagar todos estos servicios cada vez que los necesites de forma individualizada, lo cual no es barato ni de agrado. Sin embargo, si tienes tu hogar asegurado, tu compañía se encarga de reparar estas situaciones y no tendrás que pagar las reparaciones. Un seguro de hogar es una gran inversión.
Cada hogar es diferente y por tanto necesita un cuidado adaptado. Es muy importante comprender en qué consiste un seguro y cuáles son sus características a la hora de escoger uno para tu casa. Un piso necesitará unas coberturas diferentes a una casa con jardín.
Si el propietario de una vivienda estudia la posibilidad de contratar un seguro para proteger unas particularidades determinadas de su hogar, es fundamental comprender cómo funcionan los seguros y cuáles son sus características.
Por ello debe comprender la diferencia entre el continente y el contenido en una póliza de seguro de hogar.
Te explicamos cuál es la diferencia entre contenido y continente
Mientras que el continente son todos aquellos elementos del inmueble que forman parte de la estructura constructiva de una edificación, el contenido son los elementos que se añaden posteriormente por parte del propietario o inquilino.
Por ejemplo, el conteniente serían los cimientos, suelos, las puertas, ventanas, persianas, tabiques, muros, paredes, instalaciones de agua, electricidad, calefacción, antenas de TV, papel pintado, parqué, moquetas, trasteros, piscinas, etc.
Mientras que el contenido serían los electrodomésticos, el mobiliario, los dispositivos electrónicos, los efectos personales, la ropa, alimentos… todo lo que se añade a un hogar y se puede ver afectado por un siniestro. A la hora de hacer un seguro es recomendable valorar estos muebles como si fueras a ponerlos de nuevo, es decir, por el coste que supondría comprarlos otra vez. De esta forma, en caso de que sufran daños, la indemnización de la compañía aseguradora será generalmente lo que cuesta reponerlos.
El continente se debe asegurar por el valor que tendría reconstruirlo de nuevo, sin tener en cuenta el valor del suelo ya que este nunca desaparece. Si lo haces por un valor inferior habrá infra seguro (cuando estimas tus bienes por menos valor del que tienen) y en caso de siniestro, no recibirías el 100% de la indemnización. Por ejemplo, si valoras el 50% del coste de la reconstrucción, la compañía aseguradora indemniza un 50%.
Ahora que ya conoces estos términos, ya puedes estar atento al condicionado general de tu póliza para que elijas el seguro que más se adapte a tus necesidades.
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