Cuando nos enfrentamos a la pérdida de un ser querido, uno de los desafíos que se nos presenta es la gestión de multitud de trámites. Entre los que están los obligatorios por ley, como informar del fallecimiento a la Seguridad Social, y los relacionados con prestaciones y ayudas.
Estos últimos, según la circunstancia, también pueden ser de gran necesidad, ya que suponen un respaldo económico para los familiares. Un claro ejemplo es la pensión de viudedad, aunque no es una prestación concreta sino que depende de distintos factores.
En este artículo te vamos a explicar paso a paso cómo calcularla, qué factores influyen y cómo te puede ayudar tu seguro de decesos a realizar su solicitud. ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
QUÉ ES LA PENSIÓN DE VIUDEDAD
La pensión de viudedad es una prestación económica que se otorga a la persona que ha quedado viuda tras el fallecimiento de su cónyuge. Este tipo de pensión tiene como objetivo principal proporcionar un sustento financiero al cónyuge sobreviviente, ya que, en la mayoría de casos, la muerte de la pareja puede suponer un cambio drástico en la situación económica familiar y del hogar.
Se trata de una pensión vitalicia, es decir, que se cobra mes a mes durante toda la vida, que se concede a la persona que estaba casada (o era pareja de hecho) de la persona fallecida.
Para poder recibir dicha prestación, se deben cumplir algunos requisitos y realizar los trámites pertinentes en la Seguridad Social. Esto podrá llevarse a cabo en cualquier momento posterior al fallecimiento, aunque en caso de que la petición se presente fuera de los tres meses siguientes a la defunción, la pensión sólo se abonará con una retroactividad máxima de tres meses desde la solicitud.
REQUISITOS PARA SOLICITAR LA PENSIÓN DE VIUDEDAD
Como hemos comentado, es imprescindible cumplir con ciertos requisitos establecidos por la Seguridad Social para acceder a esta pensión. De esta forma, se garantiza que la prestación se otorga a aquellos que realmente tienen derecho o la necesitan.
A continuación detallamos algunos de estos requisitos:
- Demostrar la relación de pareja. El solicitante debe haber estado legalmente casado con el fallecido, o bien haber sido pareja de hecho, siempre que se haya acreditado la convivencia durante un período mínimo de tiempo.
También tienen derecho a esta prestación los separados judicialmente o divorciados, siempre que no se hayan vuelto a casar, y cuando cumplan otros requisitos como que no hayan pasado más de diez años desde la separación.
- Años de cotización del fallecido. El difunto, antes de su marcha, debe haber estado afiliado a la Seguridad Social y en alta o situación asimilada (situación legal de desempleo, excedencia forzosa, suspensión de contrato,..) y hayan cotizado durante un periodo mínimo exigido.
Si la causa del fallecimiento es una enfermedad común, se requieren al menos 500 días de cotización en los cinco años inmediatamente anteriores al fallecimiento. En caso de que la causa haya sido un accidente o una enfermedad profesional, no se exige un período de cotización.
Estos son algunos de los casos más comunes, aunque también se consideran causantes válidos a los pensionistas de incapacidad permanente, a los jubilados o a los trabajadores desaparecidos con ocasión de un accidente, por ejemplo.
- Presentar la documentación requerida. Para que la solicitud sea válida se deben entregar todos aquellos documentos que se mencionan en la página web de la Seguridad Social. Además, estos documentos deben presentarse en original acompañados de una copia.
Algunos de los documentos a presentar son el DNI u otro documento que acredite la identidad del solicitante, el Acta de Defunción del fallecido por el que se solicita dicha prestación, el libro de familia o el acta del Registro Civil para comprobar el matrimonio, o el certificado de inscripción de la pareja de hecho en el registro correspondiente.
CUANTÍA DE LA PENSIÓN DE VIUDEDAD, ¿CÓMO SE CALCULA?
Con carácter general, la cuantía a recibir se calcula aplicando un 52% a la base reguladora del fallecido. Este porcentaje será del 60% cuando la persona beneficiaria reúna cuatro requisitos, entre los que están no tener derecho a percibir otra pensión pública.
También existe la opción de recibir un 70% de la base reguladora si el pensionista tiene determinadas cargas familiares (como hijos menores de 26 años), que la pensión de viudedad sea la única fuente de ingresos o la principal, y que los ingresos anuales del pensionista no excedan la cantidad que se obtiene de la suma del límite establecido para los complementos mínimo de las pensiones contributivas y el importe anual de la pensión mínima de viudedad con cargas familiares.
Para otros supuestos, en vez de establecer un porcentaje fijo, se debe tener en cuenta el tiempo vivido con el fallecido para calcular la cuantía. Este es el caso de los separados judicialmente, los divorciados, y aquellos cuyo matrimonio resultó nulo.
CÓMO PUEDE AYUDARTE EL SEGURO DE DECESOS CON LA PENSIÓN DE VIUDEDAD
Contar con un seguro de decesos puede ser de gran ayuda tanto para el tomador como para los familiares de este, especialmente cuando llegan momentos difíciles.
Tener la ayuda de tu aseguradora a la hora de gestionar trámites relacionados con la muerte, como la pensión de viudedad, es un extra que en esos momentos complicados se agradece enormemente.
Con nuestras pólizas de decesos, como la Prima Nivelada, los allegados del tomador tienen a su disposición de manera totalmente gratuita asistencia y orientación legal, la cual les ayuda a despreocuparse un poco de todo el papeleo para enfocarse en lo que de verdad importa en esta situación.
Con esta cobertura, en Seguros Atocha nos encargamos del asesoramiento y la gestión de los trámites tras el fallecimiento, como la solicitud de pensiones (viudedad y orfandad) y otras prestaciones como la del auxilio por defunción.
Aparte de correr con los gastos funerarios, lo cual mantendrá un poco la situación financiera hasta que llegue la herencia y las pensiones, con esta garantía procuramos que estas lleguen lo antes posible a sus familias, para que el impacto económico sea menor.
Tener un seguro de decesos no solo proporciona tranquilidad y ventajas en vida, sino que también puede suponer un apoyo crucial para tus seres queridos cuando tú ya no estés. La contratación de una póliza de este tipo es sinónimo de planificación anticipada y, por tanto, una manera de proteger a los que más quieres.
