Zoonosis de mascotas: enfermedades que se transmiten a humanos y cómo prevenirlas

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Compartimos sofá, paseos y más de una siesta con nuestras mascotas. Como parte de la familia que son, estos momentos son habituales, pero aunque no nos guste pensarlo, existen riesgos silenciosos.

Estos pueden afectar tanto a su salud como a la nuestra, y uno de ellos tiene nombre propio: zoonosis. Y no se trata de alarmarse, sino de entender mejor cómo funciona la convivencia con animales y qué papel juegan algunos factores como la higiene, la vacunación o los insectos.

En este artículo repasamos las enfermedades más frecuentes que pueden transmitirse entre mascotas y humanos, cómo se contagian y, sobre todo, cómo prevenirlas. También te contamos cómo puede ayudarte la asistencia veterinaria incluida en el seguro de hogar. Porque cuidar de ellos es, al fin y al cabo, cuidar también de nosotros.

LAS ZOONOSIS MÁS COMUNES: DE ANIMALES A HUMANOS

La mayoría de las enfermedades que pueden transmitirse de perros y gatos a personas no son graves si se detectan a tiempo, pero conviene conocerlas para saber cómo actuar.

Algunas tienen nombres conocidos como la rabia, pero otras pasan desapercibidas bajo síntomas leves. Lo importante es entender que la transmisión puede producirse incluso cuando la mascota parece sana.

Entre las zoonosis más comunes encontramos:

Rabia

Quizás la más temida, aunque poco frecuente en España. Es causada por un virus que afecta al sistema nervioso y puede transmitirse por mordeduras. La vacunación es obligatoria en muchas comunidades autónomas como Andalucía o Castilla La Mancha.

Leishmaniosis

Transmitida por la picadura de un mosquito flebótomo, esta enfermedad es más habitual en zonas cálidas. Aunque no siempre hay contagio directo a humanos, sigue considerándose una zoonosis y puede provocar complicaciones graves en personas con inmunidad baja.

Enfermedad de Lyme

La responsable es la bacteria Borrelia burgdorferi, transmitida por las garrapatas. Puede causar fiebre, dolor articular o incluso alteraciones neurológicas. Los perros suelen ser portadores sin mostrar síntomas evidentes.

Campylobacteriosis y Salmonelosis

Ambas son infecciones intestinales provocadas por bacterias (Campylobacter y Salmonella), y pueden aparecer en animales que consumen alimentos crudos o mal manipulados. Se transmiten por contacto con heces, saliva o incluso al acariciar a la mascota si no está limpia.

Tiña

Una infección por hongos que se contagia por contacto directo. Aunque suele limitarse a lesiones cutáneas, requiere tratamiento en humanos y mascotas para evitar que reaparezca.

COVID-19

Aunque los casos de transmisión desde animales son raros, la pandemia demostró que ciertos virus pueden saltar entre especies. Algunas mascotas han dado positivo en pruebas, pero no se consideran un vector importante en la expansión del virus.

Esta lista no es exhaustiva, pero refleja cómo los agentes infecciosos, ya sean bacterias, virus, hongos o parásitos, pueden circular entre especies si no se aplican medidas de prevención. La buena noticia es que la mayoría de estas enfermedades se pueden evitar con revisiones periódicas y hábitos responsables.

¿CÓMO SE TRANSMITEN LAS ZOONOSIS?

La imagen más habitual que tenemos de una enfermedad transmitida por un animal suele incluir una mordedura o una picadura. Pero la realidad es que la transmisión puede producirse de formas mucho más sutiles y frecuentes en el día a día.

De hecho, muchas infecciones pasan desapercibidas porque el contagio se produce sin necesidad de heridas ni síntomas visibles. Entre las vías de transmisión más comunes destacan:

Contacto directo

Acariciar a una mascota con parásitos, besarla en el hocico o manipular su comedero pueden parecer gestos inofensivos, pero si no hay una buena higiene, pueden facilitar el contagio de enfermedades como Salmonelosis o Campylobacteriosis.

Mordeduras y arañazos

Aunque los animales domésticos están bien socializados, los accidentes ocurren. Las mordeduras pueden ser una puerta de entrada para bacterias como Pasteurella o el virus de la rabia. Lo mismo ocurre con arañazos profundos, sobre todo en personas con defensas bajas.

Picaduras de insectos

Algunas zoonosis no se transmiten directamente desde la mascota, sino a través de vectores. Es el caso de la leishmaniosis, que llega a los perros a través del mosquito flebótomo, o de la enfermedad de Lyme, que necesita de las garrapatas. Las pulgas, por su parte, también pueden actuar como transmisoras de otros parásitos.

Contacto con heces o fluidos

La limpieza del arenero del gato o la recogida de excrementos en la calle pueden suponer un riesgo si no se hace con precaución. Algunas bacterias sobreviven en las heces y se transmiten por las manos o por objetos contaminados. También puede haber transmisión si se toca orina infectada, como en ciertos casos de leptospirosis.

Alimentos contaminados

No es lo más habitual, pero sí posible: si un animal ha estado en contacto con bacterias como Salmonella y después toca alimentos o utensilios de cocina, puede haber contagio. También si consume carne cruda y luego lame a personas o superficies.

PREVENCIÓN EN CASA: HIGIENE, VETERINARIOS Y SENTIDO COMÚN

La buena noticia es que, en la mayoría de casos, evitar una zoonosis no requiere grandes esfuerzos, sino rutinas de prevención sencillas. Cuidar de nuestras mascotas con responsabilidad es también una forma de proteger nuestra salud humana y la de quienes viven con nosotros.

Higiene diaria

El primer paso siempre es la limpieza. Lavarse las manos después de tocar a los animales, limpiar bien sus utensilios y mantener desinfectados los suelos y tejidos que usan con frecuencia (mantas, camas, peluches) reduce enormemente el riesgo de transmisión

Desparasitación externa e interna

Pulgas, garrapatas, gusanos… los parásitos no siempre se ven, pero están. Y algunos pueden afectar directamente a los órganos vitales como el hígado. Seguir el calendario de desparasitación con productos recomendados por un veterinario es clave para evitar problemas como la enfermedad de Lyme o infecciones intestinales.

Visitas veterinarias periódicas

El veterinario no solo está para las urgencias. Las revisiones regulares ayudan a detectar enfermedades en fases tempranas, reforzar la vacunación y resolver dudas sobre síntomas leves que podrían tener un origen zoonósico.

Vacunación al día

Tener las vacunas actualizadas es una medida básica pero crucial. No solo protege al animal, también actúa como barrera sanitaria colectiva.

LA ASISTENCIA VETERINARIA COMO ALIADA

Aunque la base de la prevención está en los hábitos del día a día, contar con apoyo profesional marca la diferencia. La cobertura de asistencia veterinaria incluida en el seguro de hogar de Seguros Atocha es una herramienta valiosa para anticiparse a muchos de los problemas relacionados con las zoonosis.

Con Mascotas Plus tienes consultas anuales gratuitas para cuidar la salud de tu gato o de tu perro, la vacuna de la rabia también está incluida, así como la desparasitación interna, para prevenir el contagio de enfermedades.

Si tienes una mascota en tu hogar, tener esta cobertura es una herramienta perfecta para cuidar de ella. Con un cuadro veterinario de libre elección a nivel nacional, servicio telefónico de asesoramiento integral y mucho más, para que tu mascota esté en las mejores manos.

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