¿Qué dice la ley sobre las mascotas en las comunidades de vecinos?

Comparte en

Vivir con mascotas en comunidades de vecinos es una realidad cada vez más habitual. Perros, gatos y otros animales de compañía forman parte de muchas familias, pero su presencia dentro de un edificio o urbanización puede generar dudas.

Conocer los derechos y obligaciones que se tienen es crucial para que la convivencia con el resto de vecinos sea buena. Hay que conocer las leyes y, además, las reglas internas o costumbres propias de cada comunidad

Aunque en estos casos, utilizar el sentido común es clave para una buena convivencia. Como con el uso de las zonas comunes o la limpieza de residuos producidos por el animal.

En este artículo veremos qué dice la ley, qué pueden regular realmente los vecinos y cómo un seguro de hogar con cobertura de mascotas puede ayudarte en caso de incidentes. 

LEY SOBRE ANIMALES DOMÉSTICOS EN COMUNIDADES DE VECINOS

Cuando hablamos de convivencia con mascotas dentro de una urbanización o comunidad de propietarios, lo primero es saber qué dice exactamente la ley. En España, la referencia sigue siendo la Ley de Propiedad Horizontal, que es la que regula la convivencia en los edificios y determina qué pueden decidir los vecinos y que no.

Esta ley no prohíbe la tenencia de animales en casa. De hecho, a no ser que el animal genere molestias graves al resto de propietarios, tener un perro, un gato u otra mascota está permitido. Aquí entra en juego el artículo 7, que permite a la comunidad actuar únicamente cuando existen daños, ruidos reiterados o actividades molestas que afecten a la convivencia.

Además de la normativa estatal, cada edificio puede contar con estatutos de la comunidad donde se incluyan ciertas reglas internas como el uso del ascensor o la circulación por zonas comunes. Estas normas deben respetar la ley, y nunca pueden imponer la prohibición total de tener mascotas.

A esto se suma la Ley de Bienestar Animal, que regula aspectos como la correcta identificación, el control de perros en espacios públicos y la obligación de mantener unas condiciones adecuadas de salubridad dentro y fuera de la vivienda.

NORMAS DE CONVIVENCIA EN LA COMUNIDAD DE PROPIETARIOS

La convivencia entre vecinos funciona mucho mejor cuando existen reglas claras que todos deben respetar. En el caso de los animales domésticos, las normas de convivencia suelen centrarse en aspectos muy concretos del día a día que ayudan a mantener el orden, la limpieza y la buena relación entre todos los residentes. Algunas de las más habituales son:

  • Control de ruidos: los ladridos continuados o a horas inapropiadas pueden considerarse una molestia. Aunque es normal que un perro ladre en determinados momentos, evitar ruidos excesivos, especialmente por la noche, es clave para evitar conflictos.

  • Limpieza y salubridad: cada propietario es responsable de mantener las zonas comunes limpias cuando pasea a su mascota. Recoger los residuos y evitar olores dentro del edificio es una obligación básica para garantizar unas adecuadas normas de salubridad.

  • Uso del ascensor: muchas comunidades permiten que los animales viajen en el ascensor, pero algunas establecen turnos o recomendaciones para evitar aglomeraciones. Estas reglas suelen estar recogidas en acuerdos internos de la comunidad aprobados por el presidente de la comunidad y los administradores.

  • Circulación por zonas comunes: escaleras, patios, portales o garajes son espacios compartidos. Llevar a los animales sujetos y evitar situaciones que puedan incomodar a los demás propietarios forma parte de una convivencia responsable.

  • Reglas internas aprobadas en junta: cada edificio puede aprobar normas establecidas siempre que no contradigan la ley. Estas normas pueden regular horarios, espacios permitidos o criterios de comportamiento, pero no pueden prohibir la presencia de mascotas.

En general, estas reglas buscan equilibrar la vida diaria de todos los propietarios, garantizando que quienes conviven con mascotas puedan disfrutar de ellas sin que ello suponga un problema para el resto.

UN SEGURO DE HOGAR QUE PROTEGE A LAS MASCOTAS

Aunque la convivencia sea buena y se cumplan todas las normas, los incidentes con animales pueden ocurrir. Un tropiezo en el portal, un daño accidental en casa de un vecino o un susto en el ascensor son situaciones más comunes de lo que parece.

Por eso, contar con un seguro que incluya responsabilidad civil para mascotas, especialmente responsabilidad civil para perros, aporta una tranquilidad enorme.

La cobertura de Seguros Atocha está diseñada para proteger al propietario frente a los daños que una mascota pueda causar a terceros o a sus bienes. Esta garantía cubre:

  • Daños materiales o personales, desde un arañazo accidental hasta una mordedura que provoque una lesión.
  • Incidentes en entornos urbanos, como un tirón de correa que haga caer a un transeúnte.
  • Daños ocasionados durante visitas a domicilio, cuando el animal está en casa de un amigo o vecino.

Además, incluye asesoramiento en reclamaciones, gestión del proceso y acompañamiento legal si fuera necesario. Un punto especialmente útil cuando la comunidad de vecinos pide responsabilidades o cuando el incidente afecta a elementos comunes del edificio.

En edificios donde conviven muchas familias, esta cobertura no solo evita conflictos, sino que también garantiza que cualquier daño accidental quede resuelto sin tensiones ni incertidumbres. Al final, convivir con animales es mucho más sencillo cuando existe la seguridad de que, si ocurre algo, se está protegido.

Solicitar más información

El campo marcado con * es obligatorio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *