En un mundo en el que la salud es un tema primordial, las enfermedades graves son una gran preocupación para muchas personas. Enfermedades como el cáncer o los accidentes cerebrovasculares, no sólo presentan una lucha física y emocional sino que también pueden poner en peligro nuestra estabilidad económica.
Si bien es cierto que nadie desea enfrentarse a una enfermedad de este tipo, tener en mente la contratación de un seguro para enfermedades graves o un seguro de salud con ciertas coberturas, puede ser recomendable.
¿Qué son las enfermedades graves? ¿Cómo se diagnostican? ¿Estas enfermedades se pueden prevenir? En este artículo de Seguros Atocha hablaremos de las enfermedades graves, de su diagnóstico y de su relación con el seguro de salud.
¿QUÉ SE CONSIDERA ENFERMEDAD GRAVE?
Generalmente se denomina enfermedad grave a toda aquella enfermedad o condición médica que representa una amenaza significativa para la vida, la salud o la calidad de vida de una persona. Estas enfermedades suelen ser crónicas, debilitantes y con el potencial de causar complicaciones graves e, incluso, la muerte.
Aunque existen muchas enfermedades que pueden ser catalogadas como graves, algunos de los ejemplos más comunes son:
- Cáncer de cualquier tipo.
- Enfermedades cardíacas como la cardiopatía coronaria, la insuficiencia cardíaca o los accidentes cerebrovasculares.
- Enfermedades pulmonares crónicas que afectan a la capacidad respiratoria.
- Enfermedades neurológicas como el Alzheimer, el Párkinson o la esclerosis múltiple.
- Enfermedades renales como la insuficiencia renal crónica o la enfermedad renal poliquística.
Este tipo de enfermedades pueden tener un impacto emocional y psicológico tanto en los pacientes como en sus familiares y allegados, ya que pueden requerir ajustes en el estilo de vida o cambios en la rutina diaria.
Por lo que además de un tratamiento para dicha enfermedad, también puede ser recomendable someterse a un tratamiento psicológico que amenice el proceso, gestionando el impacto emocional y mental de la enfermedad y desarrollando estrategias para afrontarla de manera efectiva.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICAN LAS ENFERMEDADES GRAVES?
El diagnóstico de una enfermedad grave generalmente implica una combinación de diferentes métodos y pruebas médicas. Algunas de estas pueden ser:
- Evaluación médica exhaustiva. En la que valorar los síntomas, el historial médico, los antecedentes familiares y cualquier factor de riesgo relevante.
- Pruebas de laboratorio como análisis de sangre o de orina, pruebas genéticas o marcadores tumorales.
- Pruebas diagnóstico por imágenes como resonancias magnéticas, ecografías o radiografías.
- Biopsias para una evaluación más precisa de ciertas enfermedades como el cáncer.
- Consultas especializadas. Los médicos especialistas pueden realizar pruebas y exámenes más específicos para brindar una perspectiva más exacta sobre el diagnóstico.
Segunda opinión médica para enfermedades graves
Hay que tener en cuenta que, en caso de obtener un diagnóstico de enfermedad grave, existe la posibilidad de recibir una segunda opinión médica por otro profesional médico.
Esto puede ser muy beneficioso ya que amplía la información inicial, explora otras opciones de tratamiento posibles, valora qué diagnóstico es más acertado o qué línea de tratamiento se adapta mejor a sus necesidades y a sus preferencias y, aumenta la confianza y tranquilidad antes de someterse a dicho tratamiento.
Hay que entender que el solicitar una segunda opinión médica no implica desconfiar del primer médico o diagnóstico, sino que en momentos de incertidumbre y de toma de decisiones importantes relacionadas con la salud, conviene estar lo más informados posibles, con la idea de recibir una atención médica de gran calidad.
ENFERMEDADES EN EL SEGURO DE SALUD
Antes de contratar un seguro de salud debe haberse contestado con honestidad el cuestionario de salud que la compañía de seguros realiza. Este test se efectúa con el fin de evaluar el riesgo de asegurar a un individuo y determinar las primas y condiciones de cobertura.
Es en este punto cuando se deben comunicar todas las enfermedades y patologías que se padecen en ese momento así como los posibles antecedentes familiares. Y, en caso de contraer una nueva enfermedad con posterioridad a la contratación, aunque no exista la obligación de comunicarlo, como recomendación general deberían leerse las coberturas de la póliza contratada por si hubiera que realizar cambios en ella con el fin de estar más protegido.
LIMITACIONES HABITUALES EN LOS SEGUROS EN CASO DE ENFERMEDAD GRAVE
Lo primero a tener en cuenta es que cada compañía y cada póliza es diferente, por lo que las limitaciones y las coberturas pueden cambiar. El propio listado de “enfermedades graves” puede ser distinto en una póliza y otra, dependiendo de qué criterio se utilice (por ejemplo, si existe posibilidad de recuperación o se trata de una enfermedad terminal).
También deben considerarse los posibles límites económicos o el capital asegurado, o sea el monto máximo de cobertura que la aseguradora está dispuesta a pagar por los servicios médicos o tratamientos.
Así como el periodo de carencia que pueda tener, es decir, el periodo de tiempo durante el cual no se puede hacer uso de ciertas coberturas o beneficios después de haber contratado un seguro.
Todos estos límites deben aparecer en el contrato del seguro, por lo que es importante revisar detenidamente la póliza que tenemos contratada para conocer este tipo de condiciones. Y, en caso de duda, lo mejor es comunicarse directamente con la compañía aseguradora.
CÓMO PREVENIR ENFERMEDADES GRAVES
La prevención de enfermedades a través de Programas de Medicina Preventiva como el diagnóstico precoz de enfermedades de próstata, enfermedades de la mama o las revisiones coronarias, es una de las medidas más eficaces para evitar algunas enfermedades graves.
Con nuestro seguro de Salud Plus podrás optar a esta garantía y a otras como las técnicas especiales de diagnóstico (mamografías, ecografías, TAC Scanner, resonancia magnética nuclear…) con el fin de prevenir problemas de salud más serios.