Cuidar de nuestra salud va más allá de tener un estilo de vida en el que se prioricen los hábitos saludables. Por eso, aparte de tener una alimentación equilibrada o hacer ejercicio de forma regular, hacerse chequeos médicos al menos una vez al año es recomendable.
Muchas personas optan por hacerse este tipo de pruebas médicas con su seguro de salud, ya que no deben esperar largas listas de espera y tienen total libertad a la hora de escoger el centro médico en el que realizarlas.
A continuación te explicamos en detalle qué son las pruebas diagnósticas, por qué son esenciales para mantener una buena salud y te contamos cuáles están incluidas en el seguro de salud.
QUÉ SON LAS PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
Las pruebas de diagnóstico, como su propio nombre indica, son aquellas que sirven para diagnosticar un problema de salud, es decir, aquellas que se utilizan para identificar o confirmar una enfermedad o afección.
Con ellas se conoce el estado de salud del paciente, ya sea de forma general o específica, dependiendo de la prueba. Por lo que, en caso de dar un resultado negativo, permiten la asignación de un tratamiento que mejore la salud física o salud psíquica del que se las realiza.
En algunas ocasiones son pruebas que se realizan a modo de prevención, por ejemplo una analítica general una vez al año o una prueba específica en caso de tener un familiar directo que haya padecido o padezca una enfermedad hereditaria. Estas pruebas preventivas son clave, ya que permiten la detección precoz de enfermedades que, tratadas a tiempo, pueden ser mucho más fáciles de gestionar.
Sin embargo, por lo general suelen realizarse a pacientes que notan cierta molestia en alguna parte de su cuerpo, por lo que contar con un seguro de salud en estos casos ayuda a conocer el diagnóstico y tratamiento a seguir de manera ágil, siendo una de las razones principales por las que los usuarios contratan este tipo de pólizas. La rapidez con la que se accede a estas pruebas es crucial para iniciar un tratamiento eficaz lo antes posible.
TIPOS DE PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
Aunque pueden dividirse siguiendo distintos criterios, una manera de clasificar este tipo de pruebas es teniendo en cuenta la clase de tecnología que se emplea para realizarla.
- Pruebas de laboratorio como los análisis de sangre, de orina o de heces. Sirven para detectar infecciones, desequilibrios químicos y enfermedades metabólicas, entre otras. Sin duda son el tipo más común ya que suelen ser el primer paso para identificar cualquier anomalía.
- Pruebas de función para evaluar cómo funcionan ciertos órganos o sistemas del cuerpo, midiendo su actividad o respuesta a estímulos. Un ejemplo es el electrocardiograma (ECG), que registra la actividad del corazón y sirve para diagnosticar problemas cardíacos como arritmias.
- Pruebas de imagen. Permiten observar el interior del cuerpo sin necesidad de cirugía. Son esenciales para diagnosticar lesiones, tumores y fracturas. Desde las radiografías en las que se utilizan rayos X para detectar roturas óseas o problemas dentales, hasta resonancias magnéticas para observar órganos y tejidos blandos de forma detallada, pasando por ecografías, principalmente utilizadas en obstetricia aunque también se usan para evaluar el corazón o los órganos abdominales, por ejemplo.
- Pruebas endoscópicas como la colonoscopia, donde se examina el interior de los órganos, en este caso el intestino grueso, mediante una cámara conectada a un tubo flexible.
- Pruebas genéticas que examinan el ADN para determinar, por ejemplo, si una persona es portadora de una enfermedad genética que podría transmitir a sus hijos o, pruebas genéticas en el embarazo para detectar anomalías genéticas en el feto.
- Pruebas de detección rápida como la de embarazo o la de antígenos, las cuales puede realizarse el propio usuario sin necesidad de acudir a un centro médico y proporcionan resultados de manera casi inmediata.
- Biopsias o extracciones de una muestra de tejido para ser examinada bajo un microscopio. Son esenciales para diagnosticar el cáncer, entre otras enfermedades.
LAS PRUEBAS DIAGNÓSTICAS EN EL SEGURO DE SALUD
En su mayoría, los seguros de salud cubren una amplia gama de pruebas de diagnóstico. Aunque entre sus coberturas principales está la atención médica primaria (tanto medicina general como pediatría) y la atención por especialistas médicos, también ofrecen otras prestaciones.
Estas, en el caso de las pruebas diagnósticas, están ligadas estrechamente con la consulta de los profesionales, ya que tras una valoración pueden derivar al paciente a otra especialidad o solicitarle que se someta a ciertas pruebas para detectar el problema que a simple vista él no puede diagnosticar.
Este tipo de pruebas, en el caso de Seguros Atocha, se encuentra en ambas modalidades de póliza de salud, aunque es la característica principal del seguro Salud Diagnóstico. Algunas de estas pruebas son:
- Análisis clínicos o pruebas de laboratorio. Incluye análisis hematológicos, bioquímica, microbiología, parasitología, anatomía patológica quirúrgica y citopatología.
- Radiodiagnóstico convencional como tomografías, arteriografías o radiografías.
- Otras pruebas de imagen como ecografías, mamografías.
- Pruebas del vértigo.
- Medios de diagnóstico de alta tecnología como TAC Scanner, Resonancia Magnética Nuclear, medicina nuclear o holter.
Esta cobertura integral garantiza un diagnóstico rápido y preciso, permitiendo abordar cualquier problema de salud con la mejor tecnología disponible. Además, también tienen programas de medicina preventiva con el fin de garantizar un diagnóstico precoz de algunas enfermedades como las de la mama o próstata.
En definitiva, contar con un seguro de salud no solo te ofrece acceso a pruebas diagnósticas de forma rápida y precisa, sino que también te brinda la tranquilidad de poder cuidar tu bienestar con las mejores herramientas y el respaldo de los mejores profesionales.